Arquitectura Mineral

“Arquitectura mineral” se erige como un vestigio de lo que podría ser una ruina futura o un plano de origen. La obra parece haber sido tallada más que pintada: sus ángulos cortantes y geometrías desarticuladas remiten tanto al trazo arquitectónico como a las formaciones naturales que emergen tras milenios de presión y tiempo.
El uso de acuarela —sutil pero cargado de intención— tiñe los planos con una textura mineral, como si el mismo pigmento brotara de la piedra. Líneas que sugieren planos estructurales se cruzan en una sinfonía matemática que, sin embargo, no renuncia al caos del fondo: un humo denso, un sedimento emocional, una memoria en disolución.