Derivas del Consumo

En Derivas del consumo, la materia habla. Fragmentos de aluminio y plásticos reciclados —restos silenciosos de una maquinaria cotidiana— se reorganizan en una nueva gramática visual que interroga nuestras formas de habitar, consumir y desechar. Esta serie no solo se detiene en la estética del residuo, sino que activa una deriva: un desplazamiento poético y político por los paisajes ocultos de la sociedad de consumo.

Cada pieza, ensamblada a partir de materiales industriales descartados, contiene huellas de trayectorias anteriores —envoltorios, usos, manos— y al mismo tiempo inaugura un espacio para la transformación simbólica. Lejos de la mímesis, estas obras operan como artefactos híbridos: orgánicos en su composición visual, pero sintéticos en su origen. La pregunta emerge entonces: ¿qué frutos nos da el río del consumo? ¿Qué memorias arrastran estos objetos reconfigurados?

Derivas del consumo es también una forma de resistencia. Al reconfigurar los residuos como elementos significantes, la serie subvierte su invisibilización social. Donde antes hubo desecho, ahora hay discurso; donde hubo saturación, ahora hay pregunta. La obra no busca redimir al material, sino exponerlo en su crudeza, tensionando la frontera entre lo bello y lo tóxico, lo natural y lo manufacturado.

Así, estas piezas invitan al espectador a una deriva propia: una navegación crítica entre lo íntimo y lo colectivo, lo efímero y lo persistente, lo que se consume… y lo que nos consume.

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