En esta serie se genera una deconstrucción visual del lenguaje geométrico. Influenciado por las ideas de Jacques Derrida, desarma la lógica tradicional de la forma, desplazando sus significados fijos hacia un juego inestable de diferencias, interrupciones y aperturas.

La geometría —símbolo por excelencia del orden racional— se vuelve aquí fragmentaria, incierta, afectiva. Cada obra actúa como un texto visual en el que la forma ya no representa, sino que interroga; no estructura, sino que disloca. Las líneas, los planos y las tensiones espaciales operan como marcas de un sentido que se aplaza, que nunca se cierra del todo.

Geometrías Desencadenadas proponen así una arquitectura del descenso: no hay centro, no hay origen, solo trayectorias que se bifurcan. Un espacio visual donde la forma, liberada de su función normativa, puede finalmente titular en su ambigüedad.