Urbanitas

La ciudad no como paisaje, sino como sujeto que moldea y distorsiona. En Urbanitas, se despliega una mirada crítica y afectiva sobre los cuerpos en tensión con la arquitectura contemporánea. Las figuras humanas se enfrentan —o se disuelven— en estructuras que no siempre las contienen, exponiendo la fricción entre la escala íntima y la lógica impersonal del urbanismo.

Inspirada en una estética de lo deconstruido, la serie rompe las perspectivas tradicionales: multiplica los puntos de fuga, pliega los espacios, rompe la continuidad visual. Lo urbano aparece así como un escenario del desarraigo y la actitud, del deseo de pertenecer y del gesto que excluye.

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